Celebramos la publicación de un documento crítico esencial para entender la trayectoria de Ángel Olgoso: la extensa entrevista que le realiza Miguel Arnas Coronado en el número de noviembre (503) de la revista Quimera, bajo el título "CAMBIO DE AMURA". El diálogo se erige como el cierre de un ciclo de veinte años y la confirmación de una proeza narrativa.
La revista consagra al autor granadino como una figura insoslayable, equiparable en cantidad y calidad sostenida a la producción de Maupassant o Pardo Bazán, al haber escrito setecientos relatos en cuatro décadas. Arnas destaca la singularidad de su estilo: un «minimalismo barroco» que conjuga la potencia imaginativa y la riqueza estilística con el «mimo en la precisión y coloratura del idioma».
La entrevista aborda el trascendental golpe de timón del autor: el abandono de la ficción para explorar "senderos narrativos más híbridos". Este giro, motivado por un deseo de libertad formal, se materializa en nuestra reciente publicación, Madera de deriva (Libros del Innombrable).
Olgoso explica su poética más allá del género breve, donde la palabra se concibe como «caballos de Troya de la mente»y el lenguaje como «prosa comestible». En la conversación, se reafirma la primacía de la imaginación sobre la razón —el escritor como «domesticador de relámpagos»— y se subraya su vínculo con el misterio y lo excepcional, una búsqueda que lo sitúa en el corazón espiral de la Patafísica.
Madera de deriva se presenta así como el resultado de esta nueva etapa: un «collage literario de textos fronterizos» y «prosas apátridas» donde la meditación se ha revelado como un país incomparablemente más vasto que la ficción.
Encuentren la entrevista completa en Quimera (Nov. 503) y adquieran la llave de su nueva órbita.
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