Así comienza… Sonetos a la dama oscura y dos extravagancias. Sonetos IV, de William Shakespeare

 




Sonetos a la dama oscura y dos extravagancias. Sonetos IVWilliam Shakespeare I ISBN: 978-84-17231-44-6 I Thema: DCA - DCF I Poesía I 210 x 150 mm I Rústica con solapas I 146 págs. I Bilingüe inglés-español


Edición de Javier Franco Aixelá.
Cubierta e ilustraciones de Juan Luis Borra.


Prólogo
(Fragmento)
Javier Franco Aixelá




Este es el cuarto y último volumen de un proyecto académico de traducción en prosa y verso de todos los sonetos de Shakespeare. En la primera entrega ya se ofreció un prólogo detallado sobre Shakespeare, el libro de los Sonnets, la traducción poética, versiones previas en español y las razones que subyacen en el tipo de traducción doble, en prosa y poética, que se ha llevado a cabo acompañada de un breve análisis de cada uno de los poemas. Este cuarto volumen recoge el ciclo de la dama oscura (dark lady) y dos sonetos finales con el amor y Cupido de protagonistas que son variaciones a partir de un único poema clásico.

El ciclo de la dama oscura (dark lady)
y las dos extravagancias

Las 154 poesías que componen los Sonnets de Shakespeare se suelen dividir en tres grupos de longitud muy desigual en función de su temática y destinatario: el primer ciclo, del 1-126, está enteramente dedicado a un joven hermoso (the fair youth); el segundo grupo, del 127-152, está dirigido a una dama oscura (the dark lady) y, finalmente, los dos últimos sonetos (153-154) son lo que podríamos denominar divertimentos de inspiración grecolatina que giran en torno a la figura de Cupido y se burlan con cariño del amor al mismo tiempo que lo coronan como impulso humano irresistible y omnipotente.
Los 26 sonetos que componen el ciclo de la dama oscura reciben este nombre debido a que en ellos se canta (o crucifica, según se mire) a una mujer de facciones opuestas al canon de belleza rubio y ceroso de la época. Al igual que sucede con el bello joven, no existen pruebas que nos permitan afirmar con un mínimo de certeza nada sobre la identidad de esta dama y, de hecho, se dispone de menos indicios sobre ella si cabe, lo que ha llevado a algunos investigadores a sugerir que quizá se trate de una invención, un personaje ficticio que serviría para poder hacer sonetos de amor, una licencia literaria que Shakespeare no sería el primero de su época en utilizar. Sin embargo, la temática y argumentación de estos sonetos a la dama oscura son tan opuestas al típico amor cortés con el que Petrarca canta a su dama idealizada que cuesta pensar que Shakespeare inventase un objeto amoroso para explayarse a gusto de un modo tan retorcido. Efectivamente, la relación no es feliz ni platónica en prácticamente ningún momento porque Shakespeare considera que ella es frívola y poco fiel en el amor, además de despreciarlo frente a otros amantes. 
[…]

Sonnet 127

In the old age black was not counted fair,
Or if it were, it bore not beauty's name;
But now is black beauty's successive heir,
And beauty slander'd with a bastard shame:
For since each hand hath put on Nature's power,
Fairing the foul with Art's false borrowed face,
Sweet beauty hath no name, no holy bower,
But is profan'd, if not lives in disgrace.
Therefore my mistress' eyes are raven black,
Her eyes so suited, and they mourners seem
At such who, not born fair, no beauty lack,
Sland'ring creation with a false esteem:
Yet so they mourn becoming of their woe,
That every tongue says beauty should look so.

Soneto CXXVII — Versión en prosa
Adriana Piqueres Díaz

Antiguamente el negro no era considerado bello,
O si lo era, no portaba el nombre de belleza;
Pero ahora es el negro heredero legítimo de la belleza
Y a la belleza se la deshonra con una bastarda humillación:
Porque desde que cualquier mano se ha apoderado del poder de la Naturaleza
Se ha embellecido lo inmundo con el falso rostro brindado por lo artero,
La dulce belleza no tiene nombre ni santuario,
Mas es profanada y, si no, vive en la desgracia.
Por ello, los ojos de mi amada son negros cual cuervo,
Sus ojos tan a juego parecen dolientes
Por aquellos a los que, sin haber nacido hermosos, no les falta belleza
Y calumnian a la creación con falsas apariencias:
Aun así, siendo dolientes tan bien les sienta su pena
Que todos afirman que la belleza a ellos se debiera asemejar.
***
Una visión global
En este primer soneto dedicado a la dama oscura, Shakespeare reflexiona sobre los cambios que ha sufrido el concepto de belleza. Habla sobre el cabello y los ojos negros de su amada, que no cumplen con los antiguos estándares y, sin embargo, ahora comienzan a considerarse hermosos. Esto da lugar a la crítica hacia aquellas personas que, sin haber nacido bellas, se maquillan para aparentar serlo. La belleza ha sido mancillada, pues ya no se puede distinguir qué es bello y qué no. Afortunadamente, la belleza de su amada es natural, por lo que todos deberían aspirar a parecerse a ella.

Soneto CXXVII— Análisis
Principales figuras retóricas

V3: —But now is black beauty’s successive heir—. Aliteración que se da varias veces a lo largo del soneto debido al uso reiterado de beauty junto con otras palabras que también presentan el fonema /b/.
V-3-4: —… beauty’s successive heir […] bastard shame…—. Paradoja con opuestos, pues el negro es el «heredero legítimo» de la belleza y el uso del maquillaje la «bastarda humillación».
V5: —Nature—. Escrito con mayúscula, por lo que actúa como nombre propio y podría estar empleándose como apelativo antonomástico de Dios. Además, en este verso habla del poder de la Naturaleza como algo que no es inherente al ser humano, pues este se lo ha arrebatado.
V6: —Art—. Podría considerarse el mismo caso que antes al actuar como nombre propio.
V9: —Therefore my mistress’ eyes are raven black—. Metáfora en la que compara el color de ojos de su amada con el de un cuervo. Dada la mala reputación de los cuervos, se busca reforzar la idea de que el negro es símbolo de fealdad.
V10: —Her eyes so suited and they mourners seem—. Sus ojos son igual de bellos y negros que ella. Probablemente se asocia el color negro de los ojos con el duelo provocado por la muerte de la verdadera belleza.
V11: —At such who, not born fair, no beauty lack—. Paradoja que trata sobre aquellas personas que, sin haber nacido hermosas, son bellas gracias a procedimientos supuestamente arteros como el maquillaje.
Ambigüedades y juegos de palabras
V1: —black—. No se explicita si con «negro» se refiere al color de ojos, cabello o piel de la amada.


Soneto CXXVII — Versión poética 
Adriana Piqueres Díaz

Antaño la negrura no se estimaba bella,
O no portaba aun siéndolo, de nombre la belleza;
Pero ahora el negro es heredero de aquella,
Dejando a la belleza sin honra ni nobleza:
Se privó a la Natura de todo su poder
Y se adornó lo inmundo de rostros sin verdad,
Lo bello, nombre y templo terminó por perder,
Y si no es profanada vive en adversidad.
Como un cuervo son negros los ojos de mi amada,
Sus ojos, tan a juego, encarnan la aflicción
Por quien, sin ser hermosa, sí parece agraciada
Y con falso valor, no honra a la creación:
Tan bien luce su pena pese a todo el dolor,
Que se dice que a ellos se asemeja el primor.




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