Prólogo de Jaime D. Parra
(Fragmento)
Cuando preparaba mi antología-estudio Poéticas del caos,1 sobre el filopostismo, sus precedentes y su tiempo posterior, Raúl Herrero me puso en contacto con una poeta de Madrid, Esther Lapeña: una poeta postista. Ella había llevado con otras amistades una de las líneas herederas del postismo en los últimos tiempos: el precioso fanzine 13 Trenes, creado en honor de Chicharro. 13 Trenes se había definido en las redes como «un grupo poético-artístico-estrafalario formado por tres mujeres dispuestas a darlo todo por la poesía sin bufanda ni corbata, por la poesía de la gente, con mucho que decir y tanto que aprender». Actitud netamente postista. Del postismo primero de Ory, Chicharro y Sernesi. O del filopostismo activo de Arrabal —grupo pánico— o de Beneyto: radical libre. 13 Trenes estuvo activo desde 2006 a 2014 y dedicó números a autores como Chicharro, Cirlot o Gloria Fuertes, poeta esta que también tuvo su vena postista. Y con el tiempo, como todos los grupos, se disolvió. Volvió entonces, tras un tiempo, Esther Lapeña al frente de otra publicación: la revista digital Odisea Cultural. Y mientras tanto fue componiendo el libro Vulváfora, que recogía lo más significativo del postismo, de la poesía experimental, que le sucedió, y de la poesía de mujeres, que ya dominaban en 13 Trenes, pero incidiendo en un aspecto esencial: el erotismo. Todos esos aspectos daban al libro un aspecto sugerente, único.
Para empezar, Vulváfora, simbolizada por la v, se compuso en 5 años (en latín v), y se armaba con abundancia de citas críticas, de comentarios internos y también con algún dibujo. Algo que espejeaba con los textos creativos: como dos pantallas frente a frente una de la otra. Pero la v de Vulváfora era también una imagen de la escritura, donde un plumín hábilmente diseñado dejaba caer su gota de tinta creativa, al fondo. El libro, dedicado a tres entes benefactores, la madre, la amiga y el editor, se dividía en tres estadios o partes. La primera parte, de poemas en línea, arrancando de la etimología y simbolismo de la palabra «vulva» y de un prefacio en verso de Nuria Rovira, se despliega y se desarrolla en varios poemas, desde los más breves y de arte menor, a otros más más amplios y complejos. La segunda, de poesía concreta, distribuye las creaciones, tras la v inicial y unas citas de simbología, en una serie de poemas numerados con números romanos, que varían, conjugan, espacializan y semantizan las distintas variaciones de las letras de la palabra «vulva» y sus ramificaciones léxicas y fónicas: vida, bosque, vuelo, viento, ave, lluvia, verso. Y la tercera parte, manipulando el color verde y partiendo nuevamente de la v y unos textos simbólicos, va de los matices del ver verde a la poesía visual de la v convertida en bosque, en paisaje, en mundo vegetal. La obra —el texto— se presenta así como una desconstrucción del sujeto impuesto, en tres fases, para construirse de nuevo, como paisaje restaurado, como un ecofeminismo. Es decir, poco a poco, cuestionando el código de un lenguaje impuesto, como representante del patriarcado, va rompiendo con su logos, e invierte los roles, para explorar un mundo nuevo, de libertad poética, lo que la vulva representa en su transformación a lo largo del poema que camina hacia una ruta nueva: la visualidad más allá que la palabra.
Primeros poemas
Soy el Verbo convertido en Vulva
la Vulva que habita en el Verso
el Verso bendecido por la lluvia
La lluvia sobre el árbol cayendo
La vulva se puso tierna.
La vulva bebe licor.
Nuria Rovira
La vulva habla
y sus palabras son semillas
que dan la fruta del amor
La vulva canta
cuando le da la risa
grita si siente dolor
La vulva escribe
(cuando se siente sola)
versos mientras bebe licor
VULVA VERSO
Vulva es Verso
arma de mujer
ventana del sexo
es magia y placer
Verso es Vuelo
es ave que canta
luz que abre el cielo
con su bella danza
Verso es Venganza
es dardo es lanza
un grito de rabia
es bala y balanza
Verso es Vértigo
látigo abismático
camina en la cima
como un funámbulo
Verso es Valor
si las palabras
hablan la lengua
del corazón
Verso es Vida
piensa respira
siente alegría
a veces
dolor
Hasta el Viento
se
inclina
para gozarte
y se arrastra
por el suelo
para recogerte
flores secas
DESEO
El deseo
es un dolor
transparente
que se desliza
por las cornisas
de los cuerpos
para dormir
bien arropado
por la sábana
fantasmal
del amor
Si desea más información de Vulváfora:
https://www.librosdelinnombrable.com/producto/vulvafora/
Si desea más información de Esther Lapeña:
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