Y la piedra cantó
¿Qué fue lo que pasó?
Yo no era una mística
que iba descortezando el mundo, capa tras capa
para alcanza la Nada que Es.
No, eran las visiones que venían a mí
y sorprendían a un cuerpo doliente.
Como si el mundo estuviese ensamblado por tonos.
Cuando los dolores eran más intensos
percibía una corriente de aire que escribía en mí—
el aliento de Dios.
No malinterpretéis. Lo que se creaba
era corporal como el lavarse y los quehaceres de cocina.
Bromeaban sobre mis banalidades,
mis recetas de gachas de espelta
y palabras descaradas sobre el deseo de la mujer.
Y yo era, en todo caso, una vieja que cojeaba
en una celda que olía a moho.
Pero era precisamente esa cotidianidad
lo que daba sustancia a mis visiones.
Y ahora. ¿Qué es lo que se abatió sobre mí?
Me dolía intensamente en los adormilados huesos
en mi relicario en Eibingen.
Y gritaba en la oscuridad: ¡Hildegard!
Oí a la bóveda recobrar el aliento—
y la piedra, ¡la piedra cantaba!
Mis melodías que habían dormido en los muros
durante ocho siglos
y ahora volaban bajo el techo como golondrinas
eran a un tiempo mías y no mías.
Esas voces que hacían legible la creación,
esos tonos que derrotaban el dolor
eran transportados por el aliento
que una vez recibí prestado.
Kjell Espmark
Traducción de Francisco J. Uriz
Revivir, de Kjell Espmark. Libros del Innombrable, Zaragoza: 2021. Traducción de Francisco J. Uriz. ISBN: 978-84-17231-27-9.
Para obtener más información sobre Revivir:
https://www.librosdelinnombrable.com/producto/revivir/
Para obtener más información sobre Kjell Espmark:
https://www.librosdelinnombrable.com/autores/kjell-espmark/
Comentarios
Publicar un comentario