Sueños Pánicos de unas noches de verano, de Fernando Arrabal (fragmento)






13 de agosto de 1988
Hundido en la inquietud vi llegar al tren. Anunciaron que se pararía un minuto. Mi padre se fue a tomar un café. Pero el tren se puso en marcha. Esperé hasta el último momento, pero mi padre no volvía. Cogí un vagón en marcha. Revuelto en el dolor de no volver a verle, quise bajarme, pero el tren iba ya a toda velocidad con las puertas cerradas. Me colgué de una escalera de hierro y temí desnucarme contra la pared de un túnel. Subí al techo del vagón. Desde arriba vi que la Infanta Cristina conducía la locomotora. Gritando le dije lo de mi padre. Frenó con una vela y llegamos a una habitación oscura. Los dos nos sentamos en una mesa camilla y me entraron escalofríos cuando sentí la pierna de la Infanta junto a la mía. Levanté las «faldillas», pero sólo había un brasero; en sus cenizas parecía dibujarse la cara de mi padre. Con la badila, la Infanta desbarató la imagen y me dijo: «A tu edad, ¿aún sueñas con tu padre?».

Fernando Arrabal. Sueños pánicos de unas noches de verano. (Libros del Innombrable, 2011). ISBN: 978-84-92759-33-0

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